-Siempre me hago esguinces en el mismo pie, ¿Qué hago?
El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes, sobre todo el de ligamento lateral externo.
Se suele producir por un movimiento de inversión forzada del pie; de manera que la musculatura no es capaz de sujetar la articulación del tobillo y llega a sobre estirar o incluso romper parte de los ligamentos (que son los encargados de unir los diferentes huesos).
Clasificación de los esguinces de tobillo:
Grado I (leve): distensión sin rotura, leve inflamación y/o dolor.
Grado II (moderado): implica una rotura parcial, hay inflamación y derrame.
Grado II (Grave): rotura completa, requiere intervención quirúrgica.
En el momento agudo la clínica es dolor, edema, derrame, impotencia funcional e inestabilidad articular.
Pasado la fase aguda hay personas que continúan teniendo molestias, disminución del arco de movimiento, siguen con inestabilidad y tienen esguinces de repetición con estímulos en principio que no serían lesionales; sobre todo si no han hecho una correcta rehabilitación.
¿Por qué sucede esto? Hay varios motivos por los que la articulación del tobillo se ve alterada después de un esguince:
-Uno de ellos es que cambia la biomecánica del pie, debido a la mecánica lesional se producen una serie de fijaciones a nivel de la articulación tibiotarsiana, del astrágalo, calcáneo, par cuboides-escafoides, peroné….más una serie de cambios que se producen en cadena ascendente del miembro inferior. Estas fijaciones producen una disminución del arco de movimiento, molestias, artrosis temprana de la zona y tendencia a repetir la misma lesión.
-Otro motivo es la dirección las fibras de la regeneración del ligamento y la cicatriz, sino es la correcta conlleva una disminución en la resistencia del ligamento. Esto se produce sobre todo en inmovilizaciones prolongadas o con el uso de escayolas (afortunadamente cada vez son menos las que se ponen para esguinces).
-También se produce una alteración en la propiocepción, que es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas. Por lo tanto su alteración nos va a dar la sensación de inestabilidad del pie y no va a corregir un movimiento lesional cuando se está produciendo, por lo tanto se produce la recidiva del esquince.
Explico todo esto para mostrar la importancia de tratarse bien un esguince y si no se ha tratado correctamente en el momento agudo, acudir al fisioterapeuta si sigue notando molestias o inestabilidad.
Mediante técnicas como manipulaciones o movilizaciones articulares mejorará la biomecánica del pie y del miembro inferior en general.
Por medio de masaje, cyriax y estiramientos permitirán que la cicatriz que se forme sea la correcta o romper las adherencias que se hayan creado.
Los ejercicios de fortalecimiento y propiocepción preparan al tobillo para que sepa reaccionar correctamente ante un movimiento de inversión, evitando los esguinces recidivantes.
Ante cualquier duda, necesidad de una valoración (en Fisiotersa siempre gratuitas) o tratamiento de un esguince de tobillo, confía en tu Fisio de siempre en pleno centro de Majadahonda. Cuéntanos tu caso aquí; seguro que te podemos ayudar.
Colegiada nº 3737
Fisioterapeuta y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid